Los cielos de invierno y primeras semanas de la primavera, nos brindan la oportunidad de observar y fotografiar objetos de cielo profundo de gran belleza, como la Gran Nebulosa de Orión (Messier 42), el cúmulo estelar del Pesebre (Messier 44), el cúmulo estelar abierto de las Pléyades (Messier 45) y las Hyades, o la difusa nebulosa del cangrejo.
Pero la belleza de este cielo invernal no acaba aquí, pues la radioastronomía nos permite captar señales electromagnéticas que van más allá del espectro visible que captan nuestros ojos o nuestros telescopios.
En este caso, hablamos del Púlsar que se encuentra en el corazón de la nebulosa del Cangrejo (Messier 1), una estrella de neutrones generada por una supernova que estalló en 1504, que a día de hoy, los gases y materia que la componían, se sigue expandiendo en el espacio.
Es una estrella de neutrones de tipo Plerión (el viento de materia eyectada que genera, es capaz de desplazar parte del interior de la nebulosa hacia zonas intermedias de la misma) está situada a 6.523 años luz de la Tierra y gira alrededor de su eje a una velocidad de 30 revoluciones por segundo.


Desde el radiotelescopio de la Asociación Astronómica de Andratx, el pasado domingo 5 de abril de 2020, captamos la señal emitida por este púlsar.
Recordemos que esta señal fue emitida al espacio hace 6.500 años…

